viernes, 26 de agosto de 2011

Pasos...


Tanto tiempo sin reencontrarme con mi blog hacen que no reconozca en el, mis recuerdos, mis pensamientos pasados, ni aun mis sueños.

Han pasado años y sigo girando en el maldito espiral, no puedo volver dentro de mi sin recaer una y otra vez. Pero saliendo a cada paso.

No todo fue tan malo, quizás algunas veces fui feliz, otras no, me he llegado a reír mucho y he llorado mil veces mas. Volver a equivocarse una y otra vez no tiene otro sentido que el de estar viva. Dicen el tiempo lo cura todo...

He cambiado un poco, aunque no tanto como para no reconocerme en mi propia luz. Volé muy alto, hice pocas escalas y me volví a enterrar en lo profundo de mi ser mas de una vez. Las elecciones no me fueron fáciles, o quizás yo las escogí difíciles.

Aprendiendo a confiar, esta es quizás la manera más real de describir lo que he vivido estos años. No es cuestión de días o meses, sino años, muchos desaciertos y muchas lágrimas.

He aprendido a escucharme mas, a coquetear con el amor y dejarlo pasar, solo con la intención de saberlo venir y luego, simplemente, hacerlo huir.

El rencor, la culpa y la intolerancia han dejado de atormentar mis días, y mis noches, he estado en paz conmigo misma y con los demás.

El perdón es lo que nos hace salir adelante, perdonar a quienes consideramos culpables de nuestro dolor hace mucho mas liviano el camino a la recuperación. Lo digo con la convicción de que realmente fue el perdón lo que me hizo salir adelante, lo que me empujo a una vida mejor a un tiempo de fortalecimiento interior.

Me he perdonado a mi misma, los silencios, el miedo, el dolor, la angustia, los deseos de terminar con mi propia vida, y he sabido perdonar a quienes me rodeaban, y eso si que es algo increíble.

Es tan reconfortante mirar los ojos de tus seres queridos y no tenerles rencor, no sentir envidia, es tan sano volverse permisiva a la hora de recibir una caricia o un gesto de amor.

La única verdad es que la culpa no deja vivir, sentir culpa de tu abuso y de la omisión de tus seres queridos ante el abuso por ti sufrido, no hacen más llevadera tu carga. Solo lograras hacer más fuerte a tu agresor y te colocaras en un papel de víctima en el cual por cierto, ya no deberías estar.

Para ser sincera del tema hablo muy poco, y es verdad que siempre esta latente, pero tenia razón mi terapeuta cuando decía que la sanación nos daba la posibilidad de guardar nuestra historia en un cajón y dejarla ahí dormida hasta que un día tal vez ese cajón se abra y afloren los recuerdos, pero esta vez ya sin tantas lágrimas por derramar ni con tanto apego a ellos. Los recuerdos vienen y se van volando como pájaros sin nido. Nos llenan de dudas y de contradicciones pero pronto desaparecen y nos dejan un sabor agridulce que al cabo de un rato dejamos de sentir.

Cuando comencé a escribir este blog pensé que nunca llegaría a sentirme así, con el alivio de los que perdonan y la satisfacción de sentirme viva.

Me he vuelto un poco egoísta pero entiendo que fue un proceso largo en el cual tuve la necesidad de verme a mi misma, y dejar de mirar a los demás. Sentir el abuso como propio y no sentir mas miedo creo que fueron dos pilares importantes para mi sanación conjuntamente con el perdón, que para mí fue el cimiento mismo de mi progreso.

No tengo la misma angustia que antes al escribir, me siento reconfortada por haber superado algunos obstáculos en mi vida, en mi carrera, y en mi día a día.

Los pensamientos del abuso siguen presentes pero ya no me dañan lo suficiente como para bajar los brazos. Crecí y sigo viva, deseosa de una vida plena y con ganas de vivirla.

No se si estas palabras ayudan en algo a otras sobrevivientes como yo, pero si se que me hace mucho bien dejarlas plasmadas aquí y ahora que es cuando yo mas me siento vivir.

El camino es largo y duro, aun no ha terminado, ni nunca se acabará, pero los pasos ya están siendo dados, mi sanación interior (rechazar la culpa, dejar de lado el temor, poder expresar el dolor en todas sus formas sin que nadie nos limite, comenzar a creer en la fuerza interior), el perdón a mi misma, el perdón a mis seres queridos y la búsqueda del amor en todas sus manifestaciones y con total libertad.

Resta solamente continuar caminando por este valle de la vida, escalando las montañas de los obstáculos, y terminar flotando en las aguas del mar sereno de la felicidad.

Están los pasos siendo dados,,,

jueves, 21 de mayo de 2009

Cuando un “gracias” es demasiado poco…


En este proceso que es tan mío, he aprendido que existen muchas personas tratando de salir adelante junto a mi.
Quizás me resulte difícil recordar lo que cada una de ellas ha significado, pero lo que si estoy segura de que aquí han estado una y otra vez para mí.
A mi vieja, que a pesar de luchar con sus culpas ha alentado cada mejoría y me ha acompañado en cada crisis, dejando de lado sus miedos y su enorme dolor.
A mi viejo, que aunque no se muestre, se que ahí esta para cuando las fuerzas me fallan y para darme siempre el consejo adecuado.
A mis hermanos, que de diferente manera se enfrentaron con mi historia, tan cercana pero a la vez tan desconocida por ellos. Hablando, callando, cada uno por su lado pero a la vez tan juntos a mi dolor como hermanos.
A mis amigas, Este y Lau, dos incondicionales en mi proceso, dándome ánimo y haciéndome ver cada día un día mejor, preguntando, escuchando, y por sobre todo tolerando mis malhumorados ratos y mis inconstantes idas y vueltas.
A mi amigo Alf, compañero de mis noches sin sueño, a lo lejos, tan amigo y tan sincero. Capaz de reconocerme en un mal día, y de decirme las cosas que nadie me ha dicho.
A mi Chilenita querida, Almendra, esa personita que me propuso crear mi blog y luchar juntas esta batalla que solas nos resulta casi imposible hacerlo. A la que siempre recuerdo por su fortaleza y sus ganas de salir adelante.
A mi terapeuta, Ana, que logra sacar de mi lo que me ha hecho tanto daño y me hace pensar en el futuro sin miedos que siempre he soñado.
A quien comparte ahora mis sueños, y me ha enseñado a confiar en los sentimientos, y amar sin miedos, que te has lanzado en este viaje junto a mi, que me haces reír y festejar cada instante que estas a mi lado.
A cada una de las personas que me acompañan en este proceso, Anita, Mary, Ric, que siempre están ahí para tenderme la mano y ayudarme a levantar una y otra vez.
A todos ellos un agradecimiento infinito, por confiar en mi sanación y por querer verme simplemente feliz…

sábado, 9 de mayo de 2009

Por que molesta que hablemos?


Muchas veces nos hemos encontrado con mi amiga Almendra (sobreviviente como yo) hablando de nuestras vivencias y nuestros pasados.
No encontramos ni explicaciones, ni respuestas a tantas interrogantes que nos hemos planteado en nuestras charlas.
Se nos hace difícil explicar el porque siendo tan diferentes tenemos los mismos sentimientos de responsabilidad hacia nosotras mismas, como las mujeres que somos, y principalmente hacia tantas niñas que como nosotras ahora viven en ese sendero de miedos sin esperanzas por el que una vez nos hicieron caminar.
Ambas sabemos que comenzar una lucha no podemos, apenas tenemos fuerzas para encaminar nuestras vidas y salir adelante, pero no dudamos un momento en que nuestra sanación es un camino abierto a la ayuda y al apoyo de otras tantas sobrevivientes como nosotras.
Nuestras fuerzas muchas veces son útiles para animarnos unas a otras a salir de una crisis o de un mal momento en el proceso de sanación.
Es un cuesta arriba muy duro, pero siempre contamos con el apoyo de otras sobrevivientes para continuar, algunas nos prestan sus alas, otras nos prestan sueños, otras solo con una palabra nos animan a seguir.
Todas pasamos por lo mismo y estamos dispuestas a cambiar la historia y volver a empezar, pero concientes que el paso mas importante ya esta dado, hemos dejado el silencio atrás y lo hemos cambiado por palabras, contando así nuestra verdad.
Contar la verdad es el primer paso, y es tan difícil como lo es mantenerse despierta en este camino a la sanación.
A la mayoría de las sobrevivientes de ASI no nos resulta difícil hablar del abuso, de las secuelas y de lo que hemos sufrido a causa de ello.
No nos cuesta hablar de lo que nos hicieron, pero siempre nos encontramos con que a los demás les resulta imposible escucharnos, cuanto mas les cuesta hablar y comprendernos.
El abuso sexual es un tema difícil de digerir por todos en general, mas aun por nuestras familias y nuestros seres queridos, aunque estamos acostumbradas a ver la respuesta social de repudio ante el abuso sexual infantil, molesta y mucho entrar en el tema y opinar al respecto.
Es una temática muy cruda de la realidad que nadie quiere ver, y solamente esta dispuesto a escuchar cuando sucede en otras familias y en otras comunidades. Es difícil para nosotras, sobrevivientes, llevar adelante una lucha, contra las secuelas que nos dejo el abuso y la respuesta social ante dicha temática.
A las personas les cuesta hablar del abuso sexual, les duele hablarlo.
Mucho más doloroso resulta para nuestros familiares poder emprender el viaje de sanación junto a nosotras, pues saben que ello significa enfrentarse a la verdad y al dolor, a la culpa y al rencor.
Son batallas que toda sobreviviente ha tenido que soportar y luchar sola, ahora estamos abiertas para hablar, ahora es el momento de escuchar, pero nos encontramos con un muro infranqueable, el que levantan nuestros seres queridos entendiendo que así las cosas mejorarán y estaremos al fin en paz.
No, no es así, los muros del silencio deben caer, nosotros hemos dado ya el primer paso, no nos quieran silenciar para hacernos creer que esta todo bien, cuando en realidad lo único que necesitamos, aunque les pese, es hablar, mas que callar.

No somos diferentes, solo somos sobrevivientes



No somos diferentes, solo somos sobrevivientes
Quizás a veces cueste mucho a la gente que nos rodea entendernos, asimilar por lo que hemos estado pasando.
Como sobrevivientes sabemos que es difícil hasta para nosotras muchas veces poner nuestras cabezas en orden y comenzar a mirar hacia el futuro
No somos diferentes, ni queremos serlo
Cuando muchas veces postiamos blogs de amigas abusadas, es claro ver que tenemos un lenguaje y una forma de ver las cosas muy similares.
Quizás porque nos toco vivir las mismas experiencias, porque son pares desde el dolor.
No somos diferentes, solo somos sobrevivientes
Fuimos niñas/os que con apenas unos pocos años supimos “las cosas de adultos” y nos obligaron a hacer cosas de adultos
Con esa carga en nuestras espaldas nos hicimos las mujeres que somos, con nuestros miedos, nuestros terrores, nuestros fracasos y con el éxito de haber sobrevivido a nuestro pasado.
Tenemos los mismos principios, los mismos defectos, las mismas virtudes que otras mujeres, que consideramos “normales”.
A veces se nos dificulta expresar nuestros sentimientos, solo nos retraemos y tratamos de ocultarnos, pues en el fondo aprendimos a ocultar lo que nos pasa a fuerza del dolor que una vez nos paralizó, y nos generó el rechazo a una mano cariñosa que se acerca o al abrazo que quiere demostrarnos lo que con palabras resulta insuficiente.
No somos raras, no somos locas, no somos enfermas, solo algunas veces tratamos de volar lejos para escapar de los recuerdos y nos encerramos en nuestro mundo para poder así sentirnos un poco más seguras.
Cuando hablamos lo hacemos en nuestra terapia, la fiel compañera de emociones, una amiga invalorable que nos ayuda a sacar un poco de fuerzas de nuestro interior para dar un paso a la vez.
Nos refugiamos en muy pocas personas, y muchas veces esperamos mucho más de lo que ellas pueden darnos…
Hay días que estamos bien, días que estamos mal, es todo un ida y vuelta constante que nos desgasta y nos quita las ganas de disfrutar, de reír, de soñar…

martes, 28 de abril de 2009

Como me gusta verte reír...


Dejaste que el dolor te curtiera la piel, ojala no sea tarde para volver a nacer, para poder levantarte, me encantaría que estuvieras dormida, que estuvieras dormida, me encantaría volver a verte reír, como me gusta verte reír…
Con esta canción estoy festejando mi primer año de recuperación
Mi primer año sin mentiras, sin secretos, sin nada que esconder…
Parece que fue ayer que todo se derrumbaba, que decidía cambiar un antes lleno de dolor por un después un tanto complicado pero basado en sueños míos y no en pesadillas del pasado…
Un año que hice lo que tantas veces empecé y nunca pude terminar, contar mi historia, y así, empezar a alivianarme de a poco.
Un año de recuerdos nuevos, de dolores viejos, pero ahora y al fin con llanto sin silencio.
Mostrando la mujer que estoy intentando ser, mostrando que puedo con el pasado que me ha tocado, y aunque caiga se que tendré las fuerzas para salir una y otra vez…
Y otra vez por si acaso hiciera falta…
Quiero saber como es mi sonrisa ahora, poder reír a carcajadas, o simplemente esbozar una dulce mueca, ojala pudiera verme reír una vez más.
(Un gracias enorme para todos los que en este año me han dado un poco de sus fuerzas para continuar, y a aquellos que solo han observado mis cambios sin entender nada)

domingo, 19 de abril de 2009

No puedo odiarte más…



No puedo odiarte más…
A ti, que destrozaste mi infancia…
A ti, que me hiciste la mujer que soy ahora…
A ti, que no me dejaste ser la mujer que hubiera merecido ser…
Me robaste las sonrisas y me regalaste un montón de lágrimas,
Cambiaste mis sueños y los transformaste en pesadillas
No me dejaste creer que existía un mundo mejor
Me enseñaste a odiar en lugar de amar
Hiciste pedazos el corazón de mi niña, y me robaste mi alma para enterrarla en el pasado
¿Quien puede ser tan poca cosa para que humillen tanto?
¿Que hice yo para que me odiaras tanto?
¿Quien soy ahora? No me reconozco en mi mirada, en mi alma y en mi pasado
Quizás la niña que quedo atrás se llevó todo de mí y me dejó desnuda…
¿Que hiciste con mis recuerdos?
Los borraste uno a uno para que me vinieran a despertar ahora por las noches
Y se volcaran ante mis ojos en pensamientos que me dañan aún más…
No puedo perdonarte, no quiero perdonarte, no espero perdonarte
Solo quiero que sepas que voy a estar esperando el día que vuelvas a estar frente a mí
Solo ese día vas a saber cuanto te he odiado,
Solo ese día vas a saber el daño que me has causado,
Solo ese día vas a saber que esta mujer ya no tiene el miedo de aquella niña de seis años
Que esta mujer va a mirarte a los ojos por primera vez…

lunes, 13 de abril de 2009

Habla, las cosas son como son…


Necesitas desahogarte, necesitas sacar hacia fuera toda esa angustia que te ha absorbido la vida todo este tiempo.
Necesitas hablar. Exprésate. Cuenta por lo que has pasado, díselo a quien quiera escucharte.
Con tus propias palabras, relata tu historia, no olvides, es tu historia. Nadie tiene derecho a juzgarte ni a recriminarte nada, no fue tu culpa.
No esta mal que hables. Hay un momento que todas necesitamos hablar, sino mírame a mi escribiendo en estas páginas lo que estoy sintiendo…
Todas necesitamos hablar, contar nuestro dolor. Deben escucharnos, es nuestra forma de sanar.
Di las cosas que sientas, escucha a tu corazón que esta vez seguro va a saber que decir, no va a callar nunca mas.
No sientas vergüenza, no hiciste nada malo, solo has sufrido demasiado, estas traumatizada, pero no estas loca.
No dejes que te callen, asume el compromiso de ser libre, sí libre, disfrútalo de ahora en mas.
Si no estas preparada para hablar, escribe una carta, un diario, algo que te ayude a sacar el dolor hacia fuera, da resultados.
En el documental “Infancia rota” escuche decir a una sobreviviente que muchos no entienden por que necesitamos hablar del abuso, que buscan callarnos y desean que lo olvidemos, y cito textualmente:
“Es como pedirle a alguien que ha tenido un accidente de tráfico y que ha perdido una pierna, decirle que deje de cojear, no? Decirle, pero, si te pasó hace mucho tiempo!”…
“si te callas, no te curas”.