lunes, 13 de abril de 2009

En los zapatos de quien nos quiere ayudar


Como sobrevivientes de abuso sexual sabemos que no es nada fácil la convivencia con nuestro pasado, el dolor al que hemos estado sometidas nos ha hecho diferentes a los demás, más débiles, más fuertes quizás.
Cuando escribí acerca de terminar con el secreto, deje entrever un poco de egoísmo, sin importar lo que pasaría a nuestro alrededor al soltar tremendo secreto.
Nuestro paso ya esta dado, dejamos abierta sobre la mesa la maleta que cargamos durante tantos años y ahora cada uno recogerá la parte que le toca y las culpas de las cuales se deban hacer cargo, no debemos preocuparnos por ellos, seguro con el tiempo van a estar bien.
Con esto solo quiero dar la posibilidad a aquellas personas que son testigos de una confesión de tal naturaleza, de que entiendan y traten de ayudar a dar ese primer paso.
Si una amiga, tu hija, hermana, o cualquiera que haya confiado en ti para decirte por lo que ha pasado durante su infancia, decide hablarte al respecto, no la calles.
Este es el primer paso de su sanación, no le coartes la libertad que por una vez tiene de decir lo que le pasa, recuerda que ha enfrentado mucho dolor, miedo y culpa para estar sentada frente a ti.
Solo déjala que hable, no le preguntes, no le cuestiones, ni el por que, ni el cuando, ni el ocultamiento de su secreto.
Escúchala, mírala a los ojos, debe sentir que estas allí, puedes tomarle la mano, decirle que puede contar contigo, que ya no estará sola y que ha sido muy valiente de haberlo sobrevivido.
No presiones para que te cuente detalles de su experiencia, muchas veces no estamos preparadas para hacerlo, recuerda que quizás tampoco tenga los recuerdos muy claros para expresarlos, dale su tiempo.
Ahora si el proceso ha comenzado.
Escucha atenta todas sus palabras, llora si lo sientes, abrázala si lo consideras necesario, dile que la amas, es una niña de 5 o 6 años que esta gritando que ha vuelto del infierno donde nadie sabia que se encontraba.
Bríndale la seguridad que necesita para desahogarse, dale un espacio, dale tiempo, no la dejes hablando sola, atiende lo que quiere decirte si no has atendido antes sus gritos desesperados pidiendo ayuda.
Dale confianza, protección, no la hagas callar, ya ha callado durante muchos años como para seguir en ese mundo de silencios y lagrimas.
Deja que llore, que grite, que te culpe, todas nosotros no somos capaces de culpar a nadie de lo que nos paso, siempre creímos que las culpables éramos nosotras mismas, ahora es un gran paso poner las culpas en los demás, aunque al principio te moleste, déjala hacerlo, algún día podrá ponerla sobre la cabeza de quien corresponde, su abusador.
Siempre, y en todo momento presta atención, dile que estas ahí, y recuérdale que es un ser maravilloso, porque nosotras en nuestro mundo no lo creemos así.
Aliéntala a seguir hablando, aliéntala a empezar un camino juntas, un camino mejor, a la sanación, acompáñala, tienes que agradecerle a Dios que ella aun esta aquí, y que le ha dado la suficiente fortaleza para sobrevivir.

4 comentarios:

  1. Me dejaste sin palabras...si todos supieran eso que tu escribes tan bien, no nos sentiriamos tan solas, culpables y hasta extrañas..si supieran que cada uno de esos gestos nos ayudarian tanto...y si supieran que nos cuesta tanto sentir..mmmm...nose que mas decir...en lo que escribiste està mi sentimiento tambien..

    ResponderEliminar
  2. Lo que quise fue contar lo que cada una de nosotras espera de nuestro confidente, porque es difícil tambien estar en el lugar de ellos...
    Nosotras no estamos acostumbradas a pedir nada, simplemente lo que hago es decirle a nuestros amigos, familiares, etc que necesitamos.. Un beso

    ResponderEliminar
  3. Cuando me lo contastes no hacía mas de un par de horas que nos habiamos conocido, y mi reacción fue mas la de escuchar ya que sentí que necesitabas sacar algo de adentro que te estaba haciendo mucho daño.
    Trate de no emitir comentario alguno ya que no me creía capacitado como para hablar del tema.
    Pero quien lo está? y quien se beneficia de que los que no hayamos pasado por esa terrible injusta y cobarde experiencia, porque las palabras cobarde y ladrón no me salen de la mente cuando pienso en el tema, ya que roban parte de la vida de personas que no tienen como defenderse ante tal montruosidad.
    Ellos son los únicos beneficiados.
    Pero estoy tratando día a día de entender mas sobre el tema para poder ayudar mas asi como es el objetivo de este blog no solo a vos amiga que sabes que podes contar conmigo en todo momento y en toda situación que se presente, sino tambien a las personas que leen para que sepan que todos podemos hacer nuestra parte para ayudar a los demás.
    Un beso grande y que sigan avanzando como lo estas haciendo.

    ResponderEliminar
  4. Aqui estoy para escucharte, no me gusta preguntar, no se hasta donde te puedan doler o molestar las preguntas, pero estoy, te apoyo, admiro tu valentía, confío plenamente en vos, se que a esa etapa robada de tu niñez, la vas a superar, paso a paso, te estas fortaleciendo y con eso ademas de ser bueno, muy bueno para vos, es de gran ayuda para todas las personas que vivieron lo mismo y no tienen quién las contengan. Te queremos y te respetamos, no bajes los brazos, nunca, y no te olvides que el de arriba tambien te escucha. Un abrazo

    ResponderEliminar